jueves, 23 de julio de 2009

Postales del país

*



PAÍS DE SILENCIO


Alguien se atreve a preguntar por el que no ha vuelto.
Y las sombras le contestan: nada, nadie, ninguno.
Alguien deambula husmeando los últimos pasos,
los ayes que dejó en el aire, las voces que aún
se cuelan por debajo de las puertas. Alguien
bajo las sábanas húmedas de la medianoche
no logra conciliar el sueño, espera hasta la alta
desolación del alba esa noticia, ese ya, ese basta,
ese grito final que restablezca el curso de los días
y desate la voz sobre el vacío
excavado por años de silencio
y miedo.

*

PAÍS DE NADIE


Bienaventurados los que pierden toda patria
porque de ellos será la luz de su propio dominio.
Pero la patria no es de nadie cuando cualquiera
debe negarla tres mil veces ante extraños.

La patria ha sido confiscada en aeropuertos,
bancos, multinacionales, se arruga inútil como el billete
sin valor que la exhibe; la patria se va apagando
en la fotografía guardada —se deshace
con el aroma del último café.

La patria va quedando tirada
por las calles de todas las otras patrias
adonde un día huimos.

*

PAÍS DE PALOMAS


Cada día menos país, cada noche más sombra.
Los días aquí son palomas que se cansan
a medio vuelo. Aunque aprieta a fondo el sol
y hay una continua atmósfera de inquietud en todo.

Las noches suelen ser sofocantes y demasiado largas.
Nuestros sueños se vuelven más tortuosos
y el tiempo cae sobre los hombros en finas capas de ceniza.

Sonreímos para no perder la costumbre
mientras la sangre fluye pesada
por los cuerpos que esperan el golpe solapado del viento
o la caída abrupta en la fisura que —por lo regular—
se abre en medio de la vida.

El país, quizá,
somos sólo este vuelo ciego de palomas
en un cielo tormentoso.

*

CARTA


Desde estas montañas el verde
todavía es de todos los colores, incluso el rojo.
Qué exuberancia de la tierra. Qué exuberancia de los frutos.
Qué exuberancia de la muerte.

En estas montañas los árboles también
son el motivo lírico por excelencia,
además de los muertos —claro.
Además de los crímenes.

Árboles cortados a su pesar, como cabezas,
troncos, manos, ojos cegados,
muchachos que no verán el nuevo día.

—Tanto follaje pasto de la nada.

*

(De, Oscura Edad y otros poemas, 2006)

***

5 comentarios:

  1. Que bueno que continúas publicando. Es importante soportar. Esa es la clave de la supervivencia. Así las caras miren a otro lado. A otra/parte.

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  2. me queda una sustancia dulce en la boca después de leer uno de tus poemas. Trago saliva, sonrìo y me alegro encontrar este blog.

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  3. Perdido, vos siempre encontrás. Gracias por tu palabra caminante y fértil. Abrazo.

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  4. De vez en cuando hay que sacar la mano por la ventana y mecerla al viento.

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