sábado, 9 de agosto de 2014

3 poemas

ANTIORACIÓN

Que la vida me agarre confesado
boca arriba del miedo
aleteando en el azul

Una sola canción
una palabra sola
—dioses desconocidos
cantaré para vosotros

No pido ningún cielo
No ignoro vuestro infierno

Solo este instante es mío
No lo carguéis de eternidad

Dejadme ir cuando quiera
No me atéis
No pidáis mi fidelidad

Mi fe última

Esa apenas me alcanza
para el día.

*

VINO GRIEGO


Bebo por ti
cuando el día se ha ido y en la habitación
reverbera aún el eco de tus palabras

Tu vino quedó a la mitad de la copa
pero la mía vuelve a llenarse
a tu salud en la hora donde ignoro

la noche de tus pasos
de tu ir hacia orillas
de otro mundo
otras gentes
otra verdad tal vez
una nueva alegría que no conoceré

o la definitiva tristeza
que te aniquilará

Bebo la coalescencia
dorada de la luz que respiramos
hasta el fondo

hasta la incertidumbre de no saber
si es esta la noche última

si era este todo el tiempo
destinado por dioses innombrables ahora

si era esta toda la vida

si fue esto
todo el amor.

*


SILENCIOSO HORROR


De los días que uno tras otro
no fueron la vida
—que siempre estuvo en otra parte

Del camino que no elegimos
La dicha que pudo haber sido y desdeñamos

La verdad no vista a tiempo
La mano que no se tendió 
y hubiera salvado algo

De la vieja costumbre de creernos a salvo
porque vuelve la luz a los ojos abiertos
mientras duerme lo informe bajo techo

Rostro del horror escondido en la belleza
La misma luz de lo amado.

***
Del libro inédito, Monodia

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