sábado, 25 de abril de 2009

Hender el aire

Es difícil hender el aire, tocar el día, cuando en la noche giramos esperando en zozobra el milagro de la luz.
Es tan difícil salir erguidos, compuestos, afeitados, si no hay sosiego y sólo islas y sólo náufragos y mar abisal.
*
Pasan sombras

Hay una nube que está en el cielo sola. Y ella me cuenta cómo se pierden las cosas en el azul oscuro que es la vida. Cómo se van en esta torpe frase.
Ahora se disuelve, no hay un jirón. Lo que fue se perdió en lo indistinto, el cielo es transparente y tranquilo, detrás de las ventanas iluminadas pasa gente,
pasan sombras, la gata se acomoda en ella misma y los dos contemplamos.
*
Gatos
Los gatos saben estar y eso es lo que nos cuentan: detenimiento, atención al mundo y al cuerpo que recorren con deleite.
Ellos no se bañan, se reconocen. Maestros en la enseñanza de lo sagrado del cuerpo se regodean, y se abandonan a lo conocido, con un fervor que te permite pensar que todo es para siempre.
Los gatos te muestran que todo gesto es verdadero,
y se van.
*
Se ve uno

Se ve uno a sí mismo con ferocidad y hondura y un terco desamparo.
Y luego uno tiene que atarse a algo, para que el canto de las sirenas de la disolución no atrape, y empecinar en la conciencia.
Saborear entonces como un dulce prohibido, el propio nombre.
*
Máscaras

Al fondo de mí hay una máscara que cree que soy yo. Y atrás de ella otra y
otra.
Y cada una siente que adentro de ella está la verdad, el ser, el mismo Dios.
Pero siempre estás solo mirándote mirar.

(De su libro inédito De parte de lo perdido)

***

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